Y ahora qué?

19/05/2020

Esta mañana temprano he salido a realizar algo de deporte en contacto de nuevo desde hace unos días con el asfalto, bueno puede ser que haya sido más bien un paseo, o lo que viene siendo andar deprisa, al menos lo deprisa que uno puede sin buscar grandes marcas.

Durante el camino tenía dudas hacia dónde ir, sabía cuál era el objetivo final, que era sudar un rato durante un periodo de una hora más o menos, pero no quería encontrarme aglomeraciones de gente, debía pensar rápido que camino debía seguir donde me sintiese más seguro y que me permitiese cumplir con mi responsabilidad social como ciudadano.

Y por el camino también pensaba en las empresas, no en las grandes compañías, sino en las medianas y pequeñas empresas y todo el proceso que los que están al frente de ellas tienen en su cabeza en este momento. Saben cuál debería ser el objetivo final para que todo vuelva a ser como antes, pero no saben cuál camino seguir y deben pensar deprisa.

Todos deberán plantear un nuevo camino más tarde o más temprano, tanto si se reincorporan antes o después a la actividad que ya desempeñaban, como los que se tengan que reinventar, un camino donde encontrar un nuevo objetivo profesional, un camino en algunos casos de supervivencia donde en realidad cada paso se convierta en un pequeño objetivo que nos permita avanzar, debido a que nada es tan duro si lo divides en tareas más pequeñas.

Ahora solo nos falta la suficiente fuerza para pasar a la acción, si a la acción, es decir en no quedarnos buscando culpables, que los hay, pero que ahora no nos ayuda concentrarnos en esto. Henry Ford decía que “no halle culpables, halle remedios” e insistía una y otra vez esto a su equipo.

            Y quizá necesitemos recalibrar nuestros conocimientos, seguro que algunos necesitaremos reorientarnos en entornos más digitales para llegar mejor en este nuevo entorno, y otros deberán realizar un análisis más profundo para conseguir esa creatividad que nos caracteriza al ser humano. Y en este camino, muchos necesitaremos ayuda de alguien que nos acompañe en el proceso, que nos permita parar y valorar opciones y que nos permita conseguir la motivación necesaria para continuar, porque la motivación viene desde fuera. Lo que le viene a uno desde dentro es otra cosa, es la inspiración.

A los que nos apasiona el coaching, sabemos de la importancia que cobrará a partir de ahora pedir ayuda, encontrarnos de nuevo, porque somos responsables de lo que hacemos al cien por cien, y de lo que hacemos con lo que nos pasa. La realidad actual es lo que es y lo que hagamos con ella es lo que seremos.

Y ahora, qué?.

Félix Ortuño

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