Una economía feliz y responsable es posible.

Javier Gimeno. 29/11/2020

¿En qué medida basamos nuestra felicidad con el dinero que tenemos?

 

¿Qué significa ser más responsable con nuestra economía?

 

¿Qué posibilidad tenemos de alcanzar la libertad financiera si nos lo proponemos como un objetivo?

 

El coaching siempre nos habla de responsabilidad, de lo que podemos hacer para mejorar nuestra vida y aprovechar todo aquello que esté a nuestro alcance. Nos centramos en lo que depende de nosotros mismos, nunca en lo que puedan hacer otras personas, ya que eso escapa de nuestro control.

 

Hoy te invito a aplicar esta disciplina del coaching en el ámbito financiero.

 

Ahora, más que nunca, necesitamos ser los responsables de nuestra economía, tanto en el área personal como en nuestro proyecto emprendedor.

 

El coaching financiero ha venido para quedarse. 

 

Lo cierto es que no me apasiona hacer balances, ni tampoco la microeconomía, ni la macroeconomía y menos aún la historia de la economía. Pero llegué a un punto en mi vida que quería reinventarme. Quería dejar mi trabajo “seguro” y apostar por mi verdadera pasión.

 

El sistema educativo nos enseña a ser empleados y en nuestro entorno la mayoría de las personas suelen serlo. Yo llevaba toda mi vida con esa mentalidad también. Así que para poder trazar la ruta y poder realizar mi sueño, me formulé esta pregunta:

 

¿Qué necesito aprender para vivir exclusivamente del coaching y poder reinventarme con éxito?

 

Comencé a devorar muchos libros de inteligencia financiera y asistir a formaciones para educarme como emprendedor y coach financiero.

 

Durante este tiempo he aprendido a pensar como lo hacen los ricos. Me di cuenta de que el éxito es un resultado y que las causas son muchas y muy variadas. Cuando di con la tecla creé mi propio método de inteligencia financiera LISA:

 

 

  • Libertad
  • Inteligencia
  • Sanación
  • Abundancia
  •  

Libertad: Podemos ser libres financieramente si nos lo proponemos y nos enfocamos en aquello que nos apasiona para siempre sin preocupaciones.

 

Inteligencia: Debemos aprender conceptos básicos como por ejemplo diferenciar un pasivo de un activo, conocer la deuda buena y alejarnos de la deuda mala. Que porcentaje de nuestro ingreso mensual debemos ahorrar y que porcentaje tenemos que invertir para que pueda crecer nuestra economía.

 

Sanación: Nuestra relación con el dinero ha de ser muy buena. No podemos relacionarnos con él desde el miedo, el enfado o la rabia.

 

Abundancia: El dinero que tenemos en el banco no está directamente relacionado con nuestro sentimiento de seres abundantes, también podemos aprender a serlo independientemente de nuestra situación actual.

 

No comparto la idea de ser ricos para derrochar nuestro dinero y ser avariciosos.

 

Tampoco quiero que seamos libres financieramente para tumbarnos en la playa todo el día sin hacer nada. Quiero que seamos felices, responsables y respetuosos. Que compartamos nuestra mejor versión con los demás. Que todos nos sintamos autorrealizados y que podamos contribuir a que este mundo sea mucho mejor para vivir en plenitud y armonía.

 

Una economía feliz y responsable es posible.

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