¿Para que el coaching?

24/01/2021 Jose Bravo.

Quería empezar con esta reflexión que llevo conmigo, antes de contaros más cosas sobre mí y mi forma de entender el coaching.

 

Diferencia que hace diferencia

Este es el gran reto. Darle importancia a lo que realmente lo tiene.

Solemos pasarnos la vida haciendo lo que tenemos que hacer en lugar de lo que queremos hacer.

Esta es la primera diferencia que hace diferencia:

 Un “tengo que” hace referencia a una obligación, una tarea. Mientras que, si conseguimos un “quiero que”, nos conecta con nuestra misión en la vida.

En ocasiones confundimos la motivación con la misión.

La motivación es una búsqueda exterior de una consecución o una meta, mientras que, la misión es la estrella que marca nuestro rumbo.

La motivación, hace que consigamos algo y una vez conseguido se para. Mientras que, la misión es el movimiento vital, lo que da sentido a nuestra existencia a todo lo que hacemos.

Cuando todo adquiere la forma del quiero que, entonces nos sentimos en el viaje de nuestra vida, una vida que merece ser vivida, una vida significativa, un gran viaje.

 

 Coaching ¿para qué?  Para ser quien quieres ser.

Como ya sabéis todo tiene un inicio y el mío consistía en “ser quien quería ser”, mi mejor versión disponible. Por lo que el coaching llegó a mi vida de forma personal. “Todo para mí”.

Durante un capítulo de gran aprendizaje personal, la muerte de mi padre, comencé a preguntarme; ¿cómo quería vivir?, ¿cómo quería que fuese mi vida?, ¿cómo quería que fuese mi gran viaje vital? Todo esto viendo cómo se apagaba su vida.

Creo que ese ha sido el gran legado que me dejó. Ver la muerte de cerca y preguntarme cómo quería morir y, en consecuencia, como vivir hasta que eso sucediera.

Es el momento en que resonó de nuevo “la llamada”. Una llamada a la vida que amo.

Empecé por el principio. Conociéndome. ¿Quién soy? En ese momento no me fue fácil responder.

Y apareció en mi vida el coaching. Me gustó por lo que me indicó un amigo; “no es terapia, es desarrollo personal” y esto me enganchó. Eso es. Yo me quería desarrollar, en todos mis contextos.

Me puse manos a la obra. Lo primero, no sé nada, toca aprender. Cursos, libros, presentaciones, autores, conferenciantes, me metí una buena dosis. Coaching Personal, Coaching Ejecutivo, PNL, Sistémica, Inteligencia Emocional, etc.…

Cada formación, cada lectura, presentación, video me nutrían de conocimientos. Los conocimientos sólo son eso si no somos capaces de llevarlos a lo más importante, la experiencia. Tenemos que poner en práctica todo aquello que aprendemos para descubrir realmente, si nos sirve o no en nuestra misión en la vida, o lo aprendido tan sólo será un rumor.

Hoy puedo decir que me conozco más y que he cambiado. Cambio constantemente para poder ser quien quiero ser, 12 años desde esa toma de conciencia y hoy quiero presentarme ante vosotros como “el lobo al que le gusta el mar con montaña y que busca ser inasequible al desaliento como el coyote de correcaminos”.

 

Hablemos de Coaching.

Existe muchísima información ya sobre qué es el coaching, como se utiliza y para qué sirve.

Me gustaría aportaros mi forma de verlo y también mi forma de trabajarlo como coach.

Tal y como yo lo veo, el coaching es una herramienta aplicable en un proceso de cambio personalizado y confidencial donde el cliente con la ayuda del coach descubre las acciones que pondrá en marcha para alcanzar los objetivos y metas que ama.

Sin acción no hay coaching. Se trata de que el cliente en su proceso identifique aquellas acciones que le ayudarán a caminar su viaje, consiguiendo todo aquello que realmente ama. Para ello tanto el coach como el cliente tienen que estar comprometidos, el cliente con su proceso y el coach con su autenticidad, sin juicios, desde la generosidad y siendo asertivo.

 

El poder del Compromiso. (Goethe)

“Mientras no estemos comprometidos, surgirán dudas y existe la posibilidad de volver atrás y siempre hay ineficiencia.

En todos los actos plenos de iniciativa hay verdad elemental, cuya ignorancia mata innumerables planes e ideas espléndidas. En el momento en que asumimos un compromiso de manera definitiva, la providencia también se pone en movimiento.

Todo tipo de cosas ocurren para ayudarnos, que en otras circunstancias jamás hubieran ocurrido. Todo un fluir de acontecimientos, situaciones y decisiones crean a nuestro favor todo tipo de incidentes, encuentros y ayuda material que nunca hubiéramos soñado encontrar en nuestro camino”.

Cualquier cosa que puedas hacer o soñar, puedes empezarla, para mantenerla y finalizarla. Tendrás que poner de tu parte, valor, genio, fuerza, magia y puede que un proceso de coaching.

Si ya eres una persona comprometida es el momento de cruzar el umbral. Como diría en mis formaciones es el momento de caminar por el FUEGO, hasta ahora FUE y en este momento Go.

Si estás pensando en cambiar algo de tu vida, en mejorar, en convertirte en esa persona que sueñas, ponte en acción. Comienza tu proceso, contacta con un coach y consigue lo que amas.

¿Como hago coaching?

Interesante cuestión. Ante todo, trato de que haga lo que haga le sirva al cliente.

Evidentemente sigo una metodología. Esta la he basado en la mezcla de conocimientos y técnicas, como las propias del coaching, calibración, rapport, escucha y percepción intuitiva, también las de la PNL con sus presuposiciones y ante todo las metáforas.

Sigo un patrón de trabajo basado en la metáfora del “Viaje del héroe”. Está basado en la circunstancia de que todo cambio pasa por las 8 etapas que conforman este fantástico viaje. 8 etapas o estaciones que tendrás que visitar para generar ese cambio que amas con todas tus fuerzas, donde no hay atajos ni marcha atrás.

Como todo proceso de Coaching, tendrás que pasar como me gusta decir, de la gran flipada a la acción, los sueños sin acción son una alucinación, y alucinar un rato está muy bien y hacer los sueños o flipadas realidades, eso es la ……………………, poned el adjetivo que más os guste.

Mi compromiso como coach es acompañarte en tu viaje, desde tu punto de partida, tomando decisión hacia donde quieres ir, apoyando, respetando tus decisiones y tiempo en tu proceso, ayudándote a encontrar tus recursos de los que ya dispones y los nuevos que puedes adquirir, encontraras la forma de confrontar tus demonios, teniendo una transformación interior que se verá en tu entorno y regresando de nuevo a casa, con los cambios mantenidos e integrados.

 

Deja de procrastinar, convierte tus flipadas en realidad y ponte en acción.

 

Comentarios: